Después de celebrar este 16 de septiembre, participamos en la plática para quinceañeras, donde compartimos algunas vivencias, anécdotas, conocimiento y detalles para su celebración.
En esta ocasión, se realizó una actividad donde las quinceañeras tuvieron la oportunidad de descubrir algunas misiones en compañía de sus padres, padrinos o chambelanes. Conforme a las vivencias de cada familia, se asignaron diferentes tareas para que pudieran encontrar respuesta en diferentes elementos que se encuentran dentro de la Parroquia de Cuajimalpa.
Con esta dinámica, tanto padres como padrinos, reflexionaron sobre algunos aspectos que se viven día a día dentro de la religión católica, así se acercarían más a la espiritualidad que llevaba la plática y consiguieron disfrutarlo en compañía de cada una de las quinceañeras.
Si bien, no se pueden obtener todas las respuestas o dar gusto a todas las creencias, estamos convencidos de que todas las familias buscan lo mejor para sus hijas y lo reflejan al convivir con ellas en el momento más importante de su vida hasta ahora: la adolescencia. Será una etapa llena de cambios, emociones y sorpresas; pero también, será una revelación hacia nuevas responsabilidades y toma de decisiones a otro nivel.
Por ello se les invita a que reflexionen un poco sobre la imagen que nos ha dejado María, Madre de Dios; quien siguió un camino de nobleza y pureza, de sabiduría y tranquilidad. Y así como ella antecede por nosotros antes Dios, también guíará a todas las próximas señoritas que celebrarán sus XV años.
No olviden el significado e importancia que tiene cada uno de los elementos que las representarán el día de su celebración y así como nos compartió nuestro Diácono Miguel Ángel, atesoren cada uno como una representación de lo que quieren ofrecer y de lo que van a recibir en este gran acontecimiento.
Fue grato para nosotros ver cómo los padres, madres, padrinos y madrinas acompañan a las jovencitas, y sin duda de los mejores momentos fueron las reflexiones y palabras que les dedicaron a las quinceañeras. Sin duda, tendrán una hermosa celebración y lo recordarán toda la vida como una etapa alegre y única.
Gracias a todos los que estuvieron presentes el día de hoy y ¡no olviden prepararse para su gran celebración! Disfruten su día y vívanlo con emoción y devoción. Así como sus padres las cuidan, quieren y protegen; Dios lo hará también, estará presente siempre con ustedes.