Como cada tercer domingo del mes, hemos compartido conocimiento y experiencias en nuestra plática para quinceañeras. El día de hoy asistieron chicas que próximamente cumplirán sus quince años y quienes ya los tienen. Nos da mucha emoción que se estén preparando para su gran celebración. Aquí les dejamos un resumen de lo que se vivió el día de hoy.
Iniciamos muy temprano con nuestras 7 quinceañeras, quienes se mostraron participativas y atentas a los temas compartidos durante la plática, y ¡ni qué decir de los familiares y chambelanes! Tanto padres, madres, madrinas, padrinos y chambelanes participaron junto con ellas. Todos muy animados y preocupados por estas quinceañeras, quienes están a un paso de adquirir nuevas responsabilidades en su día a día y hacia Dios.

Nos emocionó ver a familias comprometidas con sus hijas, en diferentes aspectos mostraron un fuerte vínculo. Desde la parte educativa, familiar, social, hasta la espiritual; nos comentaban las familias cómo han involucrado a sus hijas en el acercamiento con Dios y es vital que como familia formen un vínculo de amor que los oriente, guíe y de testimonio de lo que han formado como individuos y como unidad.
Y si bien su celebración será para disfrutar en grande cuando llegue el día, también resaltamos el compromiso, esfuerzo y dedicación que implica para cada familia, obviamente quieren lo mejor para sus hijas y es un momento donde la reflexión y entrega se hacen presentes en cada uno de los participantes de esta celebración. Los valores como individuo fortalecen el vínculo familiar y por lo tanto, te permiten tener una mejor conexión con Dios y sus principios.

Organizar esta celebración no es nada fácil, son muchas decisiones y consideraciones a tomar en cuenta. Desde si la quinceañera quiere hacer una fiesta o no, dónde se celebrará la misa, quiénes serán los padrinos, con qué chambelanes se cuentan (que no las vayan a tirar en el baile), de qué color será el vestido, cuándo y dónde será la fiesta, hasta elegir los elementos simbólicos que ofrecerán en su esperado día.
Disfruten su día y vívanlo con emoción y devoción. Así como sus padres las cuidan, quieren y protegen; Dios lo hará también, estará presente siempre con ustedes y como les hemos mencionado en la plática para quinceañeras, no se suelten de María, ella las guiará por el camino de bondad, amor y misericordia.
Sin duda, tendrán una hermosa celebración y lo recordarán toda la vida como una etapa alegre y única. Gracias a todos los que estuvieron presentes el día de hoy y ¡no olviden prepararse para su gran celebración!