El día de hoy iniciamos con nuestra misión del mes de Febrero: el Curso de “Derechos humanos de niños, niñas y adolescentes, límites sanos y educación con ternura“.

Como saben, seguimos el ritmo de la Mega Misión y en esta ocasión el Grupo Pastoral de Adolescentes tomó la iniciativa de ofrecerles a nuestros niños de catequismo, junto con sus papás y catequistas, un curso para sumergirlos en el mundo de los derechos humanos, buscando un bien común hacia nuestros pequeños.

Este curso se ha planeado para llevarlo a cabo durante 3 sesiones con las catequesis de San Pablo Chimalpa y de la Santa Cruz de Cristo. Estas actividades se llevarán a cabo en las instalaciones de la casa del Sargento, en San Pablo Chimalpa y en la capilla de la Santa Cruz. Les recordamos a ambas catequesis que seguimos trabajando en sinodalidad como resultado de su participación en el Torneo de Fútbol juvenil (que se llevó a cabo el mes pasado), y les agradecemos por el espacio y su apoyo.

Igualmente, resaltamos la importancia del trabajo en equipo, la cooperación y esperamos que con las pláticas y actividades que se realizaron el día de hoy, se lleven a casa lo aprendido y fomenten el trabajo en equipo y con ello poco a poco incrementemos el compañerismo fuera y dentro de nuestro hogar.

Estamos seguros de que los temas que hoy tocamos, serán de gran ayuda en cada uno de sus hogares, y no sólo eso, también los niños podrán desarrollar nuevas habilidades y competencias entre sus familiares y con sus mismos compañeros de catequesis, el trabajo que hoy nos mostró la Lic. Verónica Martínez y Miriam nos preparará para las siguientes sesiones.

Hoy vivimos una plática enriquecedora, donde aprendimos nuevos conceptos y reforzamos aspectos culturales y pedagógicos para entender más a nuestros pequeños y tener un acercamiento con ellos que nos una como familia y nos permita la participación como sociedad. Retomando algunos de los conceptos de hoy, no olvidemos que los derechos humanos son las condiciones básicas que necesitamos las personas para poder vivir con dignidad y mantener un ambiente de paz.

Promovamos el respeto a los derechos humanos de todas y todos, evitemos la discriminación y aprendamos a educar con amor a nuestros niños, bajo el marco de nuestras principales funciones como padres de familia. Los invitamos a fomentar la integración de las comunidades, para incluir sin distinción alguna entre los discapacitados, alejados o cualquier otro grupo vulnerable, para que en convivencia con Jesús demos testimonio de unidad y paz y sobre todo, cuidamos la integridad de los jóvenes mediante mecanismos que aseguren una buena calidad de vida para ellos.

Agradecemos mucho el apoyo de ambas comunidades y sobre todo el tiempo, esfuerzo y material de nuestras compañeras Verónica y Miriam, quienes nos han compartido valioso material para iniciar nuestro curso. ¡Los esperamos para la siguiente sesión!

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