No quieras ser otra persona, sé tú y ámate tal cual

No quieras ser otra persona, sé tú y ámate tal cual

Nosotros, como adolescentes y jóvenes, a veces queremos entrar en un círculo social en el cual podamos encajar, incluso algunas veces llegar al punto de realizar cosas que sabemos que no son correctas. Y esto solo para, supuestamente, sentirnos bien; sabiendo que formamos parte de algún grupo “reconocido” dentro de la escuela o de algún otro lugar.

Directamente, no he pasado por esta situación, pero en algún momento de mi vida, me ha tocado observar las situaciones de mis compañeras o incluso amigas. En dónde por no tener una vestimenta “cool”, ser de las personas inteligentes y entregadas a la escuela, que no acostumbran a relacionarse en otro ambiente fuera del círculo educativo, hablar de temas como drogas y otras situaciones más relacionadas con el cuerpo, las hacían menos, a veces son ignoradas/os o excluidos. Yo, realmente, siempre me he considerado una persona noble y empática, cada que sucedían este tipo de cosas, me acercaba a las personas excluidas y les daba mi apoyo, siempre les hablaba, ya que yo era parte del grupito de personas que bulleaban a los demás, incluso entre nosotros mismos sucedía.

No quieras ser otra persona
Evitemos el bullying entre amigos o compañeros

Claramente a veces recibía comentarios de mis amigos y amigas a cerca de por qué les hablaba o me relacionaba con los demás, únicamente me quedaba callada, para no generar más discusiones y problemas.

Y así fue mi transcurso desde la primaria a la universidad, en la universidad ya era un poco más tranquilo el tema, pero aquí ya era de hablar temas acerca de la sexualidad y salir a tomar, drogarse, etc.

Cuando todo esto inició, me sentí muy incómoda al escuchar muchas experiencias que mis amigas libremente podían hablar, no me sentía tan incluida por no realizar muchas cosas o como ellas dicen “experiencias”, así que hubo un momento en dónde recordé todo lo que pasaba con las chicas y chicos así que decidí alejarme (pensé que no era lo correcto), no me sentía cómoda estando en un lugar en donde no me siento bien y tampoco pretendía hablar o hacer cosas para poder agradar a los demás.

Así que un día cualquiera, fui al Santísimo de mi Parroquia, hable con Dios, me abrí completamente, le pedí que me orientara a tomar buenas decisiones, y justo al día siguiente que fui a la escuela, decidí que no por mi decisión también tendría que alejarme de mis amigas, únicamente cuando comienzan a reunirse para hablar de ciertos temas o realizar algunas otras actividades que sé no me agradan, únicamente me alejo un poco y al parecer ya comprendieron mi situación.

Pero el día de hoy, te invito a ti joven, adolescente o padre de familia, que si estás en una situación similar, te tomes de la mano de Dios para poder tener una buena mentalidad, saber qué es lo que quiere Dios de ti, que no tomes decisiones solo por tomarlas, que sepas qué es bueno y qué no.

No quieras ser otra persona
Escuchen siempre a sus hijos

Piensa bien las cosas antes de hacerlas, no quieras crear una imagen que no eres, acéptate tal cual, sigue realizando lo que a ti te gusta y no lo que a los demás les agrade.

Si eres padre o madre de familia, busca la manera de estar al pendiente de tus hijos, a veces podemos no dar a demostrar lo que sentimos o pasamos día a día, incluso podemos no llegar a tener la suficiente confianza a nuestros padres y nos refugiamos en amigos, más bien supuestos amigos, que no siempre nos llevan a tomar buenas decisiones.

La FE no es dudar, sino confiar y aprender.

La FE no es dudar, sino confiar y aprender.

Mi familia consta de 4 integrantes: mamá, papá, hermano menor y yo. Desde más pequeños mis papás siempre nos han hablado de Dios, de la religión católica, quién es realmente Dios, entre otras cosas respecto a la religión. Al paso de los años, personalmente he pasado por pruebas que, sin duda alguna, me han hecho reflexionar y adentrarme más a mi fe.

Cuando tenía 18 años estaba a unos meses de salir de la preparatoria, realmente quería entrar a la universidad para estudiar la licenciatura en educación preescolar o pedagogía, no tenía claras mis metas, más bien nada de mi vida, así que cuando llegó el momento decidí entrar a una universidad privada y estudiar pedagogía; no era una decisión que me disgustara, pero tampoco que me agradara. Así que finalmente llegó el momento y entré a clases, todo me pareció increíble, al paso de los días me encantó relacionarme con otro ambiente distinto al que estaba acostumbrada a vivir día a día.

Los maestros e incluso mis compañeros eran otra onda, tenían una manera de pensar muy distinta y conforme pasaban los días, a mí me seguía gustando estar dentro de su círculo social.

Hubo un momento en el que, dentro de la misma educación, se hablaban temas acerca de las religiones, realmente yo desconocía que varios o más bien la mayoría de mis compañeros y compañeras del salón de clases eran de otras religiones, que yo incluso no sabía que existían. Hubo un pequeño acuerdo, ya que se tiene prohibido hablar de temas religiosos dentro de lo que es el sistema educativo; así que todos y todas aceptamos el poder hablar libremente dentro del salón de clases y debatir.

Tanto como los maestros, alumnos y demás tenían dudas de la religión católica, yo la verdad siempre he sido una persona que no acostumbra a participar en la escuela, solo escuchaba y ya. Recuerdo que desde el primer día que comenzamos a tratar esos temas, yo llegaba a mi casa confundida y conforme pasaban los días, mi fe iba disminuyendo, tenía más dudas de mi religión, incluso llegué a tener pláticas con mis papás y preguntarles ¿realmente Dios existe? Sinceramente estaba a punto de colapsar y dejar de ir a la Iglesia, ya no quería ser más una hija que por costumbre (o quizá obligación) iba a la Iglesia, yo tenía que comenzar a pensar libremente qué es lo que quería. De verdad llegué en un momento donde mis dudas eran muy grandes, de tanto que escuchaba me dejé llevar por esos comentarios que obviamente me habían hecho cambiar de mentalidad.

La fe no es dudar
La fe no es dudar, sino confiar y aprender

Mi mamá principalmente era quien me trataba de regresar nuevamente, platicaba conmigo, pero yo no quería escucharla porque ya pensaba de otra manera, no estaba de acuerdo con muchas cosas que la iglesia siempre nos dice y demás, así que un día, como todos los domingos, fui a misa, el padre recuerdo exactamente que habló acerca de que a veces en las escuelas nos cambian la mentalidad y nosotros como somos débiles, caemos y nos dejamos llevar. Ese mismo día una persona comenzó a invitar a los niños y adolescentes a saber más a cerca de Dios, mis papás hablaron conmigo y yo seguía necia. Para esto, en unos días comenzaba a dar inicio lo de la pandemia, comenzaban a cerrar escuelas y las clases eran en línea.

Deje de ir a la escuela, de ver a mis amigas, nos hicieron cambios de maestros y entraban chicas y chicos de otros campus a las clases. Entonces, un día sin pensar, me llegó una solicitud de mensaje de una monjita, decidí aceptarla, aunque realmente fue algo que me sorprendió mucho porque con todo lo que estaba pasando, pensé; ¿por qué una monja me escribe?, ¿por qué casualmente un domingo escucha varias cosas de lo que me está pasando?

Así que decidí conversar con ella, le platiqué mi situación y fue algo increíble, por un tiempo entable una plática y me habló tanto de Dios que reflexioné y volví al camino de Dios y supe que jamás tenía que volver a dudar, si mi Fe estuviera bien cimentada, yo no tendría por qué dudar y hacerme preguntas tontas, más bien tenía que haber defendido mi Fe; sin embargo, me quedé con esas dudas que fueron creciendo hasta llegar a casi terminar conmigo, siempre recordaré cada una de las palabras que ella me decía por llamada, fue un momento maravilloso que realmente creo que Dios me envió, hasta el día de hoy me parece algo sorprendente; porque cuando quise volver a buscarla y platicar con ella, su perfil ya no estaba, no supe qué pasó realmente con ella, pero hasta el día de hoy le doy las gracias, primeramente a Dios por enviarme esa señal, quizá y a ella por haberme ayudado.

La fe no es dudar
¿Cómo recuperar tu fe?

Ahora tengo 22 años, no ha pasado mucho tiempo desde aquel día, pero he pasado por más que sin duda alguna, ya no me hacen cambiar de pensamientos, incluso, estoy a unos meses de cumplir 2 años que entré a servicio de Dios en la Iglesia de mi localidad. Y no saben lo feliz que estoy de ayudar, cada una de las personas que están dentro de la Iglesia, de los grupos en dónde estoy me hacen sentir bien, es una felicidad inexplicable, claramente no somos perfectos porque como dicen: “la Iglesia es un hospital de enfermos” y yo era una persona que necesitaba mucho de Dios y tuve que pasar por muchas cosas para ser fuerte, ahora estoy trabajando en mi relación con Dios, ya a veces trato de hablar con mis amigos y amigas acerca de lo maravilloso que es estar dentro de la religión católica, ayudarlos a qué se acerquen más, incluso hay amistades que comparten conmigo del mismo tema, que igual están dentro de la Iglesia y con sus experiencias me hacen crecer más como persona.

Santorales de enero – día 23 al 29

Santorales de enero – día 23 al 29

La iglesia católica celebra a los siguientes santos en su día, aquí la lista de los santorales de enero:

El lunes 23 de enero, celebramos a ¡San Ildefonso de Toledo!, quien nació en el siglo VII en la ciudad de Toledo dentro de una familia de educación cristiana. Se sabe que tenía un tío llamado Eugenio, obispo de Toledo. Posteriormente decidió asumir como abad en el monasterio de Agali. Cuando fallece su tío obispo, San Ildefonso fue elegido para ocupar el cargo de obispo en el año 657.

El martes 24 de enero, celebramos a San Francisco de Sales. Nacido en el año 1567 en Saboya, se sabe que fue un escritor y que durante su infancia, su madre le narraba el Catecismo y 14 años después ingresó en la Universidad de París, donde estudió filosofía, se entregó al estudio de Teología consagrándose a Dios. Para el año 1593, fue ordenado sacerdote.


Miércoles 25 de enero, celebramos a santa Elvira. Se sabe muy poco de esta santa, se dice que vivía entre la pobreza y decidió entregarle su vida Dios y así poder entrar en un monasterio. Su virtud resplandecía entre todas sus hermanas, por lo cual la eligieron superiora del monasterio.


Jueves 26 de enero. En la iglesia católica celebramos con alegría a San Timoteo, cuya escritura en nombre es Τιμόθεος. Se desconoce su año de nacimiento, pero se sabe que nació en Turquía. San Timoteo fue el alumno del Apóstol Pablo de Tarso por lo cual San Timoteo se convirtió en un gran sacerdote y poco después en obispo. Él fue quien escribió el libro de los Hechos de los Apóstoles. Timoteo tuvo sin duda, una marcada importancia histórica a los ojos del apóstol Pablo, como se infiere del gran elogio que traza de él en su Epístola a los filipenses, su comunidad predilecta.

Santorales de enero 2023
Santorales de enero 2023


Viernes 27 de enero, celebramos a Santa Ángela de Mérici, religiosa italiana, fundadora de las Ursulinas, esta congregación religiosa femenina se dedicaba a la educación de las niñas y jóvenes. Nació el 21 de marzo de 1474, fue santa y monja, el 24 de mayo de 1807 fue canonizada por el papa Pío VII.


Sábado 28 de enero, celebramos a santo Tomás de Aquino. Fue presbítero, fraile, teólogo y filósofo católico, de la Orden de Predicadores. Santo Tomás es el principal representante de la enseñanza escolástica y una de las mayores figuras en la teología sistemática. Se dice que su apodo es doctor Angélico.


Domingo 29 de enero, celebramos a Santa Ángela. Su nombre de nacimiento fue Eleonora Girlani, pero su nombre religioso fue Arcangela Girlani. Fue una monja de la Orden Carmelita italiana, conocida por sus visiones. El 1 de octubre de 1864, el Papa Pío IX, confirmó su culto y la beatificó.

¡Hablando con Dios! 5 tips para hacer la oración un hábito

¡Hablando con Dios! 5 tips para hacer la oración un hábito

La oración debería de ser una parte fundamental en nuestras vidas, ya que “hablando con Dios” elevamos nuestro corazón hacia él; cuando oramos, entramos en relación con Dios.

Hacer la oración parte de nuestro día a día, a veces es un poco difícil, se vuelve constante a largo plazo, puede ser un trabajo duro, porque, como sociedad, vivimos nuestros días, ocupados en nuestras casas o lugares de trabajo, de estudio, distraídos por cosas buenas que, si las dejamos, nos impedirán orar. 

Al momento de hacer una oración, es como cualquier otra relación; es la conexión con Dios y no prosperará a menos que exista intención y esto requiere esfuerzo.

Hablando con Dios como un hábito
Hablando con Dios como un hábito

Ahora, tal vez sientas la necesidad de pasar tiempo con Dios y quieras desarrollar un hábito de oración, pero no estás seguro por dónde empezar. No te preocupes, yo te comparto estos sencillos pasos para que inicies «hablando con Dios», lo principales para poder comenzar a tener el hábito de la oración, no tenerla como rutina, más bien para realizarla de manera consciente y positiva, que tenga un sentido en tu vida.

1. Toma una decisión: Primero, tengo que decidir que quiero hacer de la oración, una práctica diaria. Ese es el primer paso. Después, tengo que concretarlo.

2. Elige una hora: Aunque lo correcto es comenzar a dar gracias con una oración por la mañana, también se puede elegir otro momento en cualquier hora del día.

3. Elige un lugar: Se puede orar en cualquier lugar, pero lo recomendable para una profunda oración, sería un lugar correcto, un lugar sin distracciones, en donde te encuentres solo y que seas capaz de lograr tu concentración al máximo.

4. Pide ayuda: Dentro de la oración se encuentran las acciones de gracias, por lo que el señor Dios permite y lo que no en nuestras vidas, lo que pasamos día a día, lo que queremos lograr, y también orar por todas las razones equivocadas, se vale.  

5. Lee tu Biblia: Dios se ha comunicado por gracia con nosotros a través de la Biblia, por ello cada día podemos abrirla para ayudarnos a aprender de él. Escucharlo a través de sus palabras, frases y oraciones es algo maravilloso.

Finalmente les comparto una pequeña oración que fue tomada de la Biblia, en el apartado de los salmos:

Salmo 5, 2-10. 12-13

Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
haz caso de mis gritos de auxilio,
Rey mío y Dios mío.

A ti te suplico, Señor:
por la mañana escucharás mi voz,
por la mañana te expongo mi causa,
y me quedo aguardando.

Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia.

Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor.

Pero yo, por tu gran bondad,
entraré en tu casa,
me postraré ante tu templo santo
con toda reverencia.

Señor, guíame con tu justicia,
porque tengo enemigos;
alláname tu camino.

En su boca no hay sinceridad,
su corazón es perverso;
su garganta es un sepulcro abierto,
mientras halagan con la lengua.

Que se alegren los que se acogen a ti,
con júbilo eterno;
protégelos, para que se llenen de gozo
los que aman tu nombre.

Porque tú, Señor, bendices al justo,
y como un escudo lo rodea tu favor.

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