Nuestra Iglesia Santa, Católica y Apostólica
Queridos hermanos cuando en la Santa Misa hacemos nuestra Profesión de Fe, mejor conocido como el Credo, mencionamos que la Iglesia es Santa, Católica y Apostólica. A continuación, les comentare el por qué:
La palabra Católica: ES UNIVERSAL.
Esto se debe a que por todos los rincones de la Tierra, el Evangelio de Cristo es conocido. Esta Iglesia nace en Pentecostés (Pentecostés queridos hermanos es el acontecimiento de la venida del Espíritu Santo, cincuenta días después de la resurrección del Señor Jesús, ese Espíritu que da la fuerza y la fortaleza a la Santa Iglesia de Cristo el Señor.)
La Palabra de Dios hoy se lee en todas las lenguas, todos tienen el Evangelio en la propia lengua, esto se lo debemos a un Gran Santo San Juan XXIII, quien en su Pontificado pidió que en cada región se predicara el Evangelio en la propia lengua nativa del lugar; ya que antes del concilio Vaticano II, solo se podía escuchar la Palabra de Dios en Latín.
A manera de sugerencia, dada mi experiencia (y en casi 22 años de mi vida Sirviendo a la Santa Madre Iglesia), considero que siempre es bueno tener con nosotros un Evangelio pequeño para llevarlo en el bolsillo, y durante el día leer un pasaje. El Evangelio se ha difundido en todos los idiomas porque el anuncio de Cristo Redentor, es en todo el mundo, por ello la Iglesia es católica, porque es universal.
Apostólica: de la sucesión de los Apóstoles.
Nuestra Iglesia es una Iglesia misionera como lo pidió nuestro Señor antes de su Gloriosa Ascensión al Cielo, Él dijo a los Apóstoles “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio. Bauticen en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y sepan que yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.”
Si la Iglesia ha nacido católica, quiere decir que ha nacido “en salida“, es decir, es misionera. Si los Apóstoles se hubieran quedado en el Cenáculo y no hubieran salido a anunciar el Evangelio, la Iglesia estaría solamente en ese pueblo, en esa ciudad, en ese Cenáculo. Todos han salido por el mundo, desde el momento del nacimiento de la Iglesia, desde el momento que ha venido el Espíritu Santo, y así la Iglesia nació misionera.
Es eso lo que expresamos calificándola de apostólica, pues el Apóstol, es el que lleva la Buena Noticia de la Resurrección de Jesús, recordándonos que la Iglesia tiene su fundamento en los Apóstoles y en continuidad con ellos al fundar nuevas Iglesias, haciendo nuevos obispos y así en todo el mundo constantemente.
Gracias a Dios y a nuestro Bautismo, que fue cuando recibimos el Gérmen de la Vida Eterna, todos nosotros estamos en continuidad con ese grupo Apóstoles que ha recibido el Espíritu Santo y luego han ido en salida a predicar. La Iglesia debe de transmitir a todos los hombres el Evangelio, con los signos de la ternura y del poder de Dios.
Y es el Espíritu Santo quien nos conduce al encuentro con los hermanos, también hacia los más distantes en cualquier sentido, para que puedan compartir con nosotros el amor, la paz y la alegría que el Señor Resucitado nos regaló.