Como comunidad católica, la Iglesia nos ha enseñado que la muerte entró en el mundo por el pecado (cf. Rm 5,12); pero Cristo, “muriendo, destruyó nuestra muerte y resucitando restauró la vida”; nos enseña, que la resurrección es el fundamento de nuestra fe y aquí te diremos cómo despedirte de un ser querido. Tal como se menciona en el sacramento del Bautismo, quedamos asociados a la muerte y resurrección de Cristo. Por lo que somos liberados de nuestros pecados y renacemos a una vida nueva como hijos de Dios y miembros de la Iglesia (cf. Rm 6,3-4).
Y aunque no pertenezcas a la comunidad católica, existen muchas formas de despedir/recordar a un ser querido, algunas formas son:
- Realizar oraciones de sufragio: para liberarlo de sus pecados.
- La Santa Misa: ayuda a liberarlo de sus pecados y así pueda entrar en la Gloria de Dios.
- Encender una vela: además de ayudar en el rezo, es una forma especial de honrarlo y ayudarla a aliviar el dolor de su pérdida.
- Honrar su memoria: permite que la conexión que había en vida, continúe después de la muerte.
- Crear un pequeño altar: para que la persona siga presente en nuestra vida, podemos colocarle su comida favorita, una flor y una fotografía.
- Terminar algo que dejó inconcluso: si esta es tus posibilidades, puedes ayudarle a no dejar pendientes, para que su alma pueda descansar.
- Realiza una donación a su obra benéfica favorita u ofrécete como voluntario en su lugar: también es una forma de honrar su memoria o de hacer que siga realizando acciones buenas.
- Visita a sus amigos o personas cercanas: te sentirás cerca de tu ser querido y descubrirás cosas que tal vez desconocías.
- Manténlo presente en tu vida: puedes hacerlo poniendo la música que le gustaba, colocando en tu casa fotos de momentos que compartieron, etc.
Es difícil despedirse de un ser querido, nadie está preparado para poder sobrellevar este dolor, sin embargo, hay formas de aceptar tu pérdida y vivir mejor el duelo:
- Los ritos de despedida y aceptación: harán que la pérdida se sienta “más real” y socialmente nos permiten compartir nuestro dolor. Para muchas personas es indispensable acudir al entierro/funeral de la persona fallecida, esto es parte de su proceso de aceptación.
- La despedida: no es el acto de olvidar a la persona, ni se debe imponer. Es la acción de aceptar lo que está ocurriendo, a nivel racional y emocional. Se recomienda acudir a un lugar que sea representativo de quien ha fallecido (puedes dejar algún símbolo conmemorativo), plantar un árbol, realizar un pequeño viaje, ofrecer palabras de despedida en el funeral, etc.
- La disculpa: si necesitas disculparte por algo, hazlo, eso te va a ayudar a ti y a la persona fallecida.
- El agradecimiento: agradece por todos los momentos que pasaron juntos y todo lo que aprendiste de esa persona.
- Oración a Dios: pídelo que te ayude a cerrar todos los pendientes que tengas con esa persona, y también pide que la persona fallecida venga y escuche lo que tengas que decirle.

Despedirse de un ser querido, es como aceptar que una parte de nosotros se va con él, la simple idea de dejarlos ir o despedirnos, es un dolor inmenso, se vuelve una herida que con el paso del tiempo sana o se hace un poco más pequeña. A veces es algo que se ve venir, si la persona tiene una enfermedad grave; pero otras veces viene de imprevisto. Lo que es un hecho es que nunca se estará preparado para una noticia así; sin embargo, hay acciones que podemos realizar antes de que parta nuestro ser querido, son acciones tan pequeñas, pero que pueden ayudar a ambas partes a hacerles saber lo importantes que fueron en vida para nosotros.
- Si tienes la posibilidad de despedirte antes de que tu ser querido fallezca, ofrécele a esa persona palabras desde el fondo de tu corazón, así sentirá todo el amor que le tienes a esa persona especial, sé muy honesto y al mismo tiempo considerado a lo que la persona está pasando.
- Si se despide de ti, recibe sus palabras, no digas cosas irreales, aunque creas que se escuchan bien. Siempre es mejor aceptar lo que sucede. Esto hará que la persona pueda partir en paz, sabiendo que recibiste sus últimas palabras.
Por último, te dejo una oración para tu ser querido, esperando que encuentres fuerza para sobrellevar tu pérdida.
Oración por las almas
Señor mío Jesucristo,
que no viniste a perder,
sino a librar las almas de los hombres,
de quienes te constituiste remedio y libertad
dando tu vida por su rescate;
humildemente imploramos tu clemencia
y misericordia inefables,
para que te apiades
de todas las almas de los fieles difuntos
que son atormentados en las penas del purgatorio,
a fin de que las que justamente
son por sus pecados afligidas,
sean por tu benignidad perdonadas,
pues las has redimido con tu preciosa sangre,
consigan por los méritos
e intercesión de la Santísima Virgen María
y de todos tus Santos,
que las liberes de las penas que sufren
y las lleves a la gloria,
donde te alaben y gocen
por los siglos de los siglos.
Amén.