Santo Tomás de Aquino nos dice que llegamos a conocer algo de Dios cuando Él otorga a nuestras mentes saber algo más allá de la razón; a esto Santo Tomás lo denomina la luz de la fe, un regalo de Dios. Es decir, la fe genuinamente es una gracia otorgada por Dios, concedida como toda gracia, no por nuestros méritos o esfuerzos, sino por la misericordia y el amor de Dios; no para nuestra vanagloria, sino para gloria de su Santo Nombre, “puesto que de Él vienen todas las cosas y ha Él han de volver” (Romanos 11:36).
A pesar de que la fe trae un conocimiento que excede lo que se puede saber a través de la luz de la razón natural, es importante entender que fe y razón son complementarias. La fe trae luz a la razón, revelando verdades que, aunque forman parte de nuestra realidad, excede los sentidos y la capacidad de razonamiento natural; también la purifica y la fortalece, la invita a salir de sí. Más aún, la fe, tal como la razón, no solo está ahí para aproximarnos a la verdad, sino, para ponernos en contacto con Dios, para conocerlo como Padre y Redentor, que nos ama y nos salvó.
La fe es una gracia otorgada por Dios, que también busca una respuesta de nuestra parte. La parte que nos corresponde precisamente es creer, y permanecer firmes en ello, aceptar este regalo que viene de Dios. Mucho en la fe se trata de saber recibir lo que Dios quiere darnos, porque como leí que decía algún santo “Dios quiere darnos, pero parece que tenemos las manos demasiado llenas”.
Es importante llevar este camino de fe con esperanza. Santa Teresa de Avila nos alienta en estas cuestiones: “con libertad se ha de andar en este camino puestos en las manos de Dios. Si su Majestad nos quisiera subir a ser de los de su cámara y secreto, ir de buena gana; si no, servir en oficios bajos y no sentarnos en el mejor lugar… Dios tiene cuidado más que nosotros, y sabe para lo que es cada uno” (El libro de la vida, cap. 22, 12).
Agradezcamos pues por la fe y cuidémosla como lo que es: un regalo de Dios. Te invitamos a leer una pequeña reflexión para iniciar tu día.