La Iglesia Católica en el mes de Mayo, tiene como tradición ofrendar flores a la Virgen, además de que se realiza el Santo Rosario. Como originaria de Cuajimalpa, he visto que esta tradición poco a poco se ha ido perdiendo en nuestra Parroquia, por ello creo que es importante explicar la importancia de esta tradición, para que a más jóvenes les agrade y se acerquen más a la Virgen, al igual que a la Iglesia. Además, debemos recordar que como mujeres, podemos tomar como modelo a seguir a la Virgen, para ser mujeres humildes, sencillas y generosas.

Para empezar, ¿qué significa ofrecer flores a la Virgen?, esta acción es el mejor regalo para ella, en ellas está simbolizada nuestra vida. ¿Qué flores deberíamos ofrecer?, puede ser cualquier flor o una que cultivemos en nuestro corazón, para que la Virgen las pueda apreciar. ¿Quién las puede ofrecer?, cualquier persona lo puede hacer, solo debemos hacerlo de corazón. ¿Cómo debemos de ir vestidos?, tradicionalmente los niños y niñas van con vestimenta blanca, lo que simboliza su pureza. ¿Por qué le deberíamos de ofrecer flores?, puede ser como un simple acto de nuestro cariño, confianza y gratitud. O bien, puede ser para hacerle saber que está presente en nuestras vidas y seguimos su ejemplo e imitamos sus virtudes.

Creo que esta tradición puede ser el perfecto acercamiento a la Virgen y a la Iglesia que nos pueden hacer nuestros padres. Ya que se puede volver una actividad en familia, lo que abre una buena oportunidad de unión familiar, nos hace tener un corazón más puro y nos ayuda a sentirnos acompañados por la Virgen.
Una última pregunta que nos podríamos hacer para empezar con esta tradición, sería, ¿por qué Mayo es el mes de la Virgen María?, de acuerdo con el Vaticano, se estableció que Mayo es el mes de la Santísima Virgen María, debido a que en este mes es cuando las flores están en su máximo esplendor, así que ya lo sabes, ¡ofrezcamos flores a la Virgen María! como símbolo de reconocimiento y gratitud.
Como dato cultural, esta tradición se originó en Europa, como agradecimiento a todo lo bueno que la Virgen María hace por la humanidad.