Todos conocemos el día 2 de Febrero, como el día de la Candelaria; pero no debemos olvidar que es la celebración para la Virgen de la Candelaria. Esta fiesta se celebra 40 días después de la celebración de la Navidad, esto quiere decir que en la Ley de Moisés, las mujeres debían de presentarse al templo 40 días después de dar a luz para purificarse.
Aunque María dio a luz sin perder su virginidad, ella se presentó en el templo para cumplir lo que describía la ley. Según el evangelista Lucas, vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón que era justo y piadoso, quien entró al templo al mismo tiempo que María y José. Tomó al niño y exclamó:
“Ahora Señor, según tu promesa puedes dejar a tu siervo irse en paz porque mis ojos han visto al Salvador a quien has presentado en todos los pueblos, luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel“.

Celebremos en familia y amigos con esta oración.
Virgen de la Candelaria,
Madre nuestra que llevas al niño a presentarlo,
en el templo, a tí venimos con la confianza
y sencillez de hijos.
A tí llegamos con nuestras angustias y esperanzas,
con nuestras penas y alegrías,
con las fatigas del trabajo y el peso de nuestros pecados;
con todo lo que somos y tenemos.
Tú eres nuestra esperanza, consuelo y gozo.
Tú eres nuestra estrella en el camino hacia el Padre;
tú, nuestra huella para encontrar a Jesús.
Virgen de la Candelaria, Virgen Madre de Dios,
escucha nuestros ruegos, bendice nuestros hogares,
alcánzanos trabajo y salud;
enséñanos a escuchar la palabra de tu Hijo
y a vivirla cada día, para que
dóciles al Espíritu Santo,
sepamos construir una
nación de hermanos y una Iglesia
servidora en nuestra tierra.
Amén